Día 9 (III): Llegada a Jaipur, ABB Jaipur, apagones de luz, Nochevieja a la luz de una vela

Como os contaba en el post anterior, a la salida de la terminal del aeropuerto de Jaipur hay una ventanilla en la que se puede comprar el trayecto en taxi hasta el hotel sin necesidad de regateo.

Cogimos el taxi pre- pago y nuestro conductor nos llevó a nuestro Guest House. Su alerón era soprano... "cantaba" de manera especial... y el trayecto se rehizo eterno, pues yo iba sentada tras él ...



El alojamiento en Jaipur fue el All Seasons Homestay, un Guest House situado en un barrio muy tranquilo y agradable de Jaipur, perfecto para descansar un poco del bullicio general de la India. Se trata de una casa enorme, regentada por los propios dueños con habitaciones cómodas y estancias amplias. Hay que descalzarse para andar por la casa, pero tienen chanclas en la entrada, para no tener que caminar descalzos. El desayuno no estaba incluido, el precio era de 250 rupees por persona y día y al final optamos por incluirlo, lo que fue un acierto. Los desayunos estaban deliciosos y eran muy abundantes.

Después de  hacer el check in en el habitual libro enorme de que utilizan en India (os explico cómo funciona el proceso en el Post de Preparativos para el viaje y en el Post de nuestra llegada a India), subimos a nuestra habitación y la verdad es que nos gustó mucho. En el ranking de alojamientos de este viaje, este quedaría en segundo lugar, a pesar de los "problemitas" que surgieron a posteriori. El baño estaba fenomenal y teníamos un balconcito compartido con los huéspedes de la habitación de al lado. Cuando llegamos estaba atardeciendo y la luz desde nuestra habitación estaba preciosa.
Deshicimos un poco las mochilas y fuimos a dar una vuelta por Jaipur.

Como es habitual, la banda sonora de nuestro paseo fueron los claxon, tráfico y caos generalizado. Callejeando nos encontramos con una tienda de motores de ABB, la empresa de Diego


Diego dijo de ir a saludar a la gente del local y la verdad es que la respuesta... no nos la esperábamos!! El hombre que estaba en el local nos recibió súper amable y Diego le explicó que trabajaba en ABB Spain. Nos dijo que esperásemos y llamó por teléfono a alguien y a continuación nos dijo que le acompañásemos. Nos llevó a la oficina de su jefe y el recibimiento que nos hicieron fue excepcional. El jefe de la oficina nos recibió en su despacho, nos ofrecieron té / café y estuvimos un buen rato charlando con él. Fue un ratito súper agradable, Diego y el jefe de la sucursal de ABB estuvieron charlando de las cosas propias del negocio. Me encantó la hospitalidad que nos ofrecieron, el jefe de ABB Jaipur se hizo fotos con nosotros y nos hicieron sentir como personas VIP!! 

Hubo un momento, durante nuestra charla con el jefe de ABB Jaipur, que se fue la luz y tuvimos que conversar con la luz del iPhone. Según nos contaron, la red eléctrica, evidentemente no es como en Europa y cuando hay sobrecarga, el sistema falla. Después de que repusieran el suministro eléctrico, salimos de vuelta a "casa", ya que por fin se podía ver por la calle.

En nuestro paseo de vuelta nos metimos por una caótica estación de autobuses (¿qué no es caótico, pero "ordenado" en India?)y volvimos hacia nuestra zona, porque Diego había estado echando un vistazo dónde cenar antes de salir y había encontrado un sitio bastante interesante.
El restaurante se llama "The Peackock Rooftop Restaurant", que se encuentra en la parte de arriba de un Guesthouse que estuve barajando para alojarnos en Jaipur, pero que no conseguí reservar porque cuando estuve haciendo las reservas de los alojamientos, ya estaba lleno.


Decoración en las escaleras para acceder al restaurante
Cuando llegamos al restaurante, obvio, nos tocó esperar. Era Nochevieja, no habíamos reservado... encima llevábamos unas pintas... nuestro día había sido larguísimo desde por la mañana! La mesa que nos tocó era una mierda. Las más chulas estaban en la parte de abajo, que tenían música en directo y el ambiente y decoración del restaurante, que es muy bonito. Evidentemente, estaba a tope, así que si queríamos cenar, nos tocaba el sitio adjudicado o para casa. La carta es amplia y a mí se me hacía la boca agua, pero, con mi tripota de Delhi Belly llena de bacterias con turbante, no podía pedir ninguna exotiquez. Me decanté por una hamburguesa con "bacon" (si podía llamarse así) que no me gustó absolutamente nada. Diego, en cambio, sí que cenó muy bien, un delicioso pollo tandoori que tenía una pinta estupenda. Después de cenar, pagamos y nos fuimos al guesthouse.

De camino, se fue la luz en toda la calle... como cuando estábamos en ABB Jaipur, así que tuvimos que volver a usar la linterna del móvil para llegar al guesthouse. La sorpresa nos esperaba al llegar al alojamiento. En nuestra habitación no había luz!! Con lo cual no funcionaba el termo de agua caliente, ni podíamos cargar los móviles ni nada de nada.... estupendo. Diego se acostó y se quedó dormido en tres, dos, uno. Yo aguanté despierta, para por lo menos ver los fuegos artificiales por el balcón y poco más. En un rooftop estaban de juerga con todos los éxitos horrorosos latinos (Despacito, etc, etc)

Así que así despedí el 2018: sucia, sin duchar, con la tripa llena de bacterias con  turbante y con la iluminación de una enorme vela (sí sí, UNA vela de tamaño ENORME), que fue la única solución que nos dieron en el alojamiento. A pesar de que en otras habitaciones sí había luz, en la nuestra, no. Y se me olvidaba, Diego como una marmota roncando en la cama... Cada año, nuestras Nocheviejas se van superando!! jajajaj




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(C) 2019 Cristina Díaz del Campo 

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