El planning del día estaba claro: visitar la Durbar Square de Kathmandu, que se encuentra en frente del Palacio Real. Se trata del centro de la ciudad antigua y se compone de tres plazas contiguas donde encontramos templos hinduistas con forma de pagodas. En el Valle hay otras dos ciudades con plaza Durbar en Patan y Bhaktapur, que también fueron antiguas capitales. Todas las Plazas Durbar del Valle son Patrimonio Nacional de la Unesco.
Tomamos un rico desayuno en el hotel y nos pusimos en camino hacia nuestro objetivo. Fuimos caminando y nos encontramos con un barrio de Thamel muy animado y llena de gente.
Algo que me parece mágico de Kathmandu es ir caminando y de repente encontrarte con una talla de Ganesha, o un templo para rezar, o una estupa pequeña... en muchos rincones te encuentras joyas inesperadas... y no muy bien conservadas, también hay que decirlo. A veces estas pequeñas joyas se encuentran en un rincón de una calle súper transitada o deterioradas en una esquinilla. Merece la pena ir con la cámara preparada para fotografiar todo lo que encontremos que nos llame la atención, porque seguro que se trata de algo único!
Tomamos un rico desayuno en el hotel y nos pusimos en camino hacia nuestro objetivo. Fuimos caminando y nos encontramos con un barrio de Thamel muy animado y llena de gente.
Algo que me parece mágico de Kathmandu es ir caminando y de repente encontrarte con una talla de Ganesha, o un templo para rezar, o una estupa pequeña... en muchos rincones te encuentras joyas inesperadas... y no muy bien conservadas, también hay que decirlo. A veces estas pequeñas joyas se encuentran en un rincón de una calle súper transitada o deterioradas en una esquinilla. Merece la pena ir con la cámara preparada para fotografiar todo lo que encontremos que nos llame la atención, porque seguro que se trata de algo único!
Esta puerta, por ejemplo... ¿no es una maravilla? (También observad el polvo del suelo y comprenderéis el porqué de llevar mascarilla también en Nepal) Pues se encuentra en una transitadísima calle y las motos y coches pasan a centímetros de ella. Sacar la foto sin nadie no fue tarea fácil!
¿Y esta pequeña estupa en medio de la plaza? Maravillosa!!
Como ya os digo, fuimos paseando por Thamel tranquilamente hasta llegar a Durbar Square, descubriendo otros tesoros que nos íbamos encontrando por el camino
En nuestro paseo se cruzó un hombre que nos colocó a Diego y a mi entrecejo de un círculo de color carmín. Ese circulo se llama Bindi. El área donde se coloca se dice que es el sexto chakra, "ajna", sede de la sabiduría oculta. Se dice que el Bindi mantiene y refuerza la concentración de energía y sirve de protección contra las malas influencias
Yo me fijé que en los pequeños altares con tallas de Ganesha ese "tinte" rojizo se encuentra sobre toda la piedra que compone la pequeña escultura. Las personas que realizaban sus ofrendas y rezos se impregnaban del tinte de la escultura y se lo colocaban en el entrecejo. En verdad no sé si eso era exactamente lo que hacían o era al contrario (impregnaban ellos a la talla del tinte del bindi que ellos mismos llevaban...)
Toda esta zona de alrededores de Durbar Square es conocida como Indra Chowk, el bazar del centro de Kathmandu, donde encontraréis infinidad de puestos y comercios.
Por fin, al horizonte, descubrimos los edificios de Durbar Square, en concreto el templo Kasthamandap, el más antiguo de todo Kathmandu, con forma de pagoda y tres tejados.
Antes de comprar la entrada a Durbar Square, saqué fotos de este templo budista. Es increíble ver como tantas religiones distintas conviven en el mismo espacio, respetándose unas a otras!
La entrada al complejo nos costó 1000 rupias nepalís cada uno (al cambio son aproximadamente 8 euros). En un principio, cuando entramos y empezamos a ver tantos edificios en rehabilitación y obras, nos dejó un poco chafados y pensamos "como siempre, los andamios y las obras nos acompañan en nuestros viajes". Sabíamos que la zona había sufrido la catástrofe de los terremotos de 2015, pero no nos imaginábamos que a fecha de casi 2019 esos trabajos de rehabilitación no habían finalizado y además les quedaba bastante por realizar.
Dentro de la Durbar Square hay mucho para visitar y entre las visitas se encuentra el Palacio Real, que hoy en día está siendo rehabilitado, pero la parte transitable ha sido habilitada para albergar un museo súper interesante en el que habla precisamente de la tragedia de 2015, las enormes perdidas y daños humanos y materiales y la dificilísima situación económica de Nepal para afrontar la recuperación del patrimonio nacional. En nuestro caso fue una de las últimas visitas que realizamos dentro de la Durbar Square y claro, me quedé estremecida con las fotos que había expuestas, con los relatos explicados... ahí comprendimos todo, el estado ruinosos de muchas partes de la ciudad, templos apuntalados, zonas de obras sin finalizar o en curso...
Aunque en el orden cronológico que hicimos la visita, esta parte correspondería al final de la misma, prefiero empezar por el Museo del Palacio Real (que es por donde deberíamos haber empezado nosotros también) ya que habríamos entendido un poco mejor la razón por la cual, a pesar de haber transcurrido casi 4 años de la catástrofe, lo que nos encontrábamos en la calle te daba la sensación de que había sido hace relativamente poco. Y es que la ignorancia es muy atrevida!! Llegamos nosotros, de un país desarrollado y pensamos que las cosas funcionan igual en Europa que en el resto del mundo... ¡pues no!
Para que os hagáis una idea, este era el estado de calles aledañas a Durbar Square:
Y yo pensando que estaban de obras por cualquier historia de canalización o vete a saber... ahora lo pienso y me da hasta vergüenza!! Porque después descubrimos que bastante se estaba haciendo y bastante habían avanzado teniendo en cuenta el presupuesto y medios de los que dispone Nepal.
Aquí podéis ver una foto de la misma zona de Durbar Square al poco del terremoto y otra actual. La zona que en la foto de archivo se ve totalmente demolida, estaba vallada y aun en rehabilitación cuando visitamos nosotros Kathmandu. El museo del Palacio Real tenía una exposición de fotos de la catástrofe y explicaciones muy interesantes.
Según leímos, el 25 de abril y el 12 de mayo de 2015, la tierra rugió de manera feroz en Nepal con seísmos de casi 8 grados de magnitud en la escala Richter. Según los registros de Nepal, estas catástrofes tienen una aparición cíclica, cada 80 años aproximadamente, ya que los anteriores grandes terremotos tuvieron lugar en 1934. Nepal se sitúa sobre los límites de dos grandes placas tectónicas de subducción, la euroasiática y la indoaustraliana, con lo cual, estos seísmos no son casualidad.
www. apolo11.com |
www.elperiodico.com |
Nepal es un país pobre, con lo que las construcciones no estaban preparadas para un seísmo de tal magnitud. Las reconstrucciones que se realizaron en el terremoto del 1934 fueron realizadas de manera rápida, sin analizar cimientos y utilizando materiales de dudosa calidad. Estas circunstancias sumadas al aumento de población y falta de medios, provocó que la cifra de víctimas fuera tan grande... y que aún a día de hoy, el país continúe recuperándose.
El ala del Palacio Real donde se encuentra esta exposición, antaño era un edificio de fachada blanca, que no pegaba mucho con la arquitectura de la Durbar Square. Cuando lo visitamos nosotros estaba apuntalado y había que pasar entre andamios y redes de seguridad. Estas fotos de los jardines exteriores las tomé haciendo malabares para que no se vieran las redes y apuntalamientos de las obras.
Cuando terminamos de visitar esta exposición que explica todo, Diego y yo nos quedamos un poco desolados. Comprendimos porqué está todo a "medio hacer", porqué aprecian tanto al turista (a fin de cuentas, somos fuente de ingresos) y nos hizo apreciar aún más ese carácter nepalí amable, luchador y orgulloso de sus raíces. Y al mismo tiempo nos alegramos mucho de haber elegido Nepal en nuestra ruta, no sólo por lo fascinante de su cultura, sino también para poder conocer de cerca ese afán de recuperación, esa fortaleza y ganas de salir adelante cuando la mayor parte de su población perdió todo en cuestión de minutos hace 4 años.
Y ahora os explicaré nuestro recorrido por la Durbar Square, de manera inversa, porque he empezado por el final, pero veréis los andamios y las zonas valladas de las fotos de otra manera... ¡seguro!
¡Comenzamos nuestro recorrido nada más comprar la entrada! En rimer lugar, esta pequeña capilla een frente del Templo Kasthamandap, el que observamos de lejos cuando caminábamos por Indra Chowk.
El templo Katsthamandap se encuentra en una plaza que está atestada de palomas. me gustan mucho las aves en general, pero las palomas... no son santo de mi devoción, y encima en el número que las había en la plaza... a los hechos me remito!!
Fijaos qué belleza de plaza y edificios, totalmente invadida por las palomas. Oberservais a mano derecha de la foto, la columna del rey Pratap Malla, los templos de Krishna y Jagannath. Las tallas de madera de los templos están hechas una porquería por los excrementos de las palomas, que además han hecho de los recovecos de los tejados sus hogares...
En una de las esquinas de esta plaza se encuentra una gran imagen de Bhairab, una de las terribles personalidades de Shiva.
Esta imagen de Shiva, con collar de calaveras le representa bailando y pisoteando al demonio de la ignorancia.
Continuando nuestra visita nos topamos con el Templo de Shiva y Parvati. Este Templo continúa apuntalado,
Shiva & Parvarti, tallas encima de la puerta del templo |
Leones en la escalinata principal |
Fijaos en la última imagen, del templo en general. En la carpa de los obreros podéis ver caracteres chinos, ya que India y China aportan ayuda económica para la recuperación del patrimonio de Nepal.
Después fuimos a visitar la Casa de la Kumari, la única diosa viviente. Se trata de una niña que, a partir de los 4 años y hasta que le baje su primera regla, se elige como reencarnación de la deidad Durga. Las niñas candidatas deben reunir unos atributos físicos determinados y tener una carta astral favorable. Las candidatas son encerradas en una habitación del Palacio real y se intenta asustarlas con personajes disfrazados. Las que pasen la prueba pueden ser elegidas como la encarnación de Durga.
Leones de piedra en la puerta de la casa de la Kumari |
Dentro de la Casa de la Kumari las fotos no están permitidas. Hay que esperar a que ella se asome a las ventanas para poder verla... nosotros estuvimos un buen rato, pero no la conseguimos ver.
Continuamos nuestra visita por Durbar Square. Como veis, ¡¡¡es un auténtico tesoro!!!
Continuamos nuestra visita por Durbar Square. Como veis, ¡¡¡es un auténtico tesoro!!!
Al lado de la Casa de la Kumari, encontramos esta estatua de Garuda, el semidios hombre pájaro, que aguarda al señor en posición de reverencia a las puertas del recinto del Templo Trailokya Mohan Narayan, que desgraciadamente se encontraba en bastante mal estado cuando estuvimos en Kathmandu y no pudimos visitar.
Nos fuimos hacia la plaza Basantapur y en busca de Freak Street. En esta plaza, situada ala sur de Durbar Square hay un mercadillo de artesanía.
También en las tiendas de las calles aledañas se pueden comprar objetos de artesanía como estas interesantes máscaras
Queríamos ir a Freak Street porque habíamos leído que esta calle tomó este nombre de los hippies que se alojaban en esta zona en los años 60, pero la verdad es que no saqué ninguna foto porque a parte de no parecernos nada interesante, estaba en obras y siendo rehabilitada.
Volvimos al comienzo de nuestro recorrido por Durbar Square y nos topamos con unos Sadhus. Un Sadhu es un monje hindú, que sigue el camino de la penitencia y austeridad para conseguir la iluminación. Tengo mis dudas de que los que nos encontramos fueran auténticos Sadhus, pero a mi me encantó hacerme una foto con ellos y que me colocaran un Bindi en el entrecejo! Eso sí, luego nos pidieron dinero, y no de muy buenas maneras que digamos! Con lo cual no tengo muy claro que estos fueran austeros de verdad.
Salimos de Durbar Square y fuimos caminando hacia una zona comercial de tiendas por la que pasamos con el transfer cuando llegamos el día anterior a Nepal.
Aquí en estas dos fotos podéis ver más daños que aún perduran después de los terremotos, edificios con la estructura súper dañada
Y el estanque Rani Pokhari.... que como podéis ver está totalmente seco y deteriorado. En el centro hay un templo de Shiva y aunque no se podía visitar (habíamos leído que sólo se abre una vez al año) en las fotos que habíamos visto se veía precioso.
Al fondo veis un edificio que corresponde a una Escuela, por lo visto fue la primera en abrirse en Nepal y cuando pasamos por allí había chavales en el patio.
Por fin llegamos a la calle comercial y fue todo un acierto, porque Diego encontró la camiseta de fútbol de Nepal en la tienda Kelme, ya que según nos explicó la dependienta, la marca patrocina a la selección de Nepal durante los próximos 4 años. Nos trataron fenomenal, nos ofrecieron té o café y no pudieron darnos más veces las gracias!
Por fin llegó la hora de comer, que ya teníamos ganas de comer!! Fuimos a un sitio que tenía una terracota muy agradable y nada más sentarnos, nos pusieron un vaso de agua caliente a cada uno... Supongo que connmucho frío puede ser agradable, pero la verdad es que no tomamos nada.
Compartimos unos momos vegetales y yo pedí un thali nepalí que traía sopa de lentejas, arroz hervido, verduras cocidas, otras verduras como encurtidas, yogur... me pareció que estaba súper bueno!
Después de la comida hemos ido al Garden of Dreams, un jardincito muy mono con una cafetería, estanque e incluso colchonetas para tumbarse en el césped.
Había también muchas parejitas de nepalís pasando la tarde.
Después fuimos al hotel a descansar un poco. Paramos en una tienda de al lado y compré mis primeras "guarres" nepalés, unos palitos de soja con sabor a tomate.. estaban súper ricos! Ya sabéis que me encanta probar los snack de los lugares a los que viajamos!
Por la tarde volvimos a perdernos por Thamel y llegamos a la estupa Kathesimbhu, que es una réplica de Monkey Temple. La estupa se encuentra en una plaza muy bonita, con edificios budistas alrededor.
Aprovechamos nuestro paseo para hacer algunas compras. La verdad es que en Nepal hay un montón de cosas que os apetecerá comprar, la artesanía es muy chula, las prendas de algodón tipo yogi son excelentes, los libros, calendarios hechos de papel de arroz son una pasada... lástima no tener más sitio en la mochila!! Compré un cuenco tibetano para mi hermana Ali y el señor de la tienda me enseñó a tocarlo, mola un montón y relaja!
Para cenar tuvimos un gran acierto con el sitio al que fuimos. De hecho nos encantó!!
El sitio se llama Mahaaja y la única pega fue que acababan de reabrir tras una reforma del local y no tenían todos los platos disponibles así que tuvimos que pedir una tortilla típica japonesa, Okonomiyaki, pero que nos encantó! Además de nuestros queridos momos y unos pakhora vegetales.
Probamos esta cerveza nepalí, que se llama Gorkha, que nos gustó más que la Everest... quién me iba a decir a mi que sería de las últimas cervezas que iba a tomar en este viaje!!
El dueño del restaurante nos dio una tarjeta del otro local que tienen, cerca del Monkey Temple y nos recomendó que fuésemos por la tarde, ya que ver atardecer desde allí merecía la pena. Agradecimos mucho la indicación y replanteamos el itinerario del día siguiente.
Volvimos al hotel molidos pero con un buen puñado de imágenes chulas en la retina y en la cámara... y la tricota llena de deliciosa comida!!!
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(C) 2019 Cristina Díaz del Campo
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