Nuestra primera noche en Tailandia dormimos.... muchísimo!! como 12 horas seguidas!! Y cuando abrí el ojo no sabía ni donde estaba, ni hora ni na de na! La habitación sin ventana nos hacía perder totalmente la noción del tiempo, no sabías si era de día o de noche...!! Lo bueno fue que estábamos con las pilas cargadas a tope, así que nos pusimos en marcha y nos fuimos a visitar el barrio.
De día Chinatown es muy diferente. Hay mucha actividad, pero no es tan fascinante como por la noche, con los neones encendidos.
Lo primero que hicimos fue acercarnos a la estación de trenes de Hualamphomg. Aprovechamos para desayunar y nos informamos de los horarios de los trenes, ya que al día siguiente volábamos a Chiang Mai y el avión salía de el aeropuerto de Don Mueang, al cual se puede acceder en tren. Vimos un altar improvisado en memoria al fallecido rey Bhumibol. esto iba a ser una constante en nuestro viaje, por todos los rincones homenajes al desaparecido monarca.
Después, comenzamos la visita por el barrio de Chinatown. En primer lugar fuimos al Wat Traimit, el templo que nos cruzamos el día anterior de camino al hotel.
Veis mi look de la foto?? Mal, mal, mal. Muy fresquita, eso si, pero no es apropiado para Tailandia, porque así no se puede entrar en los templos, de hecho, me tocó alquilar un pañuelo para cubrirme los hombros y con los pantalones tuve suerte, pero si son muy cortos, también debes cubrirte. Por eso recomiendo llevar un pañuelo en el equipaje.
Volviendo al templo, este Wat es muy famoso porque dentro se encuentra la figura del Buda de Oro.
Esta figura fue recubierta de escayola, para protegerla de los ladrones. Recientemente, en un traslado, se rompió la cubierta y quedando visible su interior.
Yo no sé cómo describir lo que sentí cuando entré en la estancia donde se encuentra el Buda... fue como un remolino de energía que me subió por la espalda y me llenó el cuerpo!! Impresionante y único, ese lugar me transmitió unas vibraciones especiales!!
Luego visitamos los exteriores, donde había gente rezando y quemando incienso ante otras figuras de Buda. Fuera también había como puestos, donde la gente compraba flores que luego dejaban como ofrenda durante sus rezos.
Después de la visita a Wat Traimit, continuamos visitando el barrio.
Llegamos a la placita que marca el comienzo del barrio chino y nos perdimos por las callejuelas aledañas para explorarlas. Vimos un mural en una pared, muy chulo, y la omnipresente maraña de cables que recorre la ciudad!
Entramos en otro Wat, que estaba cerrado y lo vimos por fuera y sus jardines.
Tras nuestro paseo no fuimos al Sampeng Lane Market. Es toda una experiencia entrar en este mercado, súper concurrido (es como un río humano, si quieres ver algo tienes que salirte del "cauce principal" hacia las orillas), donde hace un calor que te mueres y donde puedes encontrar toooodo tipo de productos. Al río humano hay que sumarle carritos, camionetas, motos... es una auténtica locura y es grandísimo!! pero merece la pena vivir la experiencia y de paso comprarse alguna chorrada, o como en mi caso, un pañuelo (de condolencia, lo averiguamos después!!) para visitar los templos. La entrada al mercado se realiza or el callejón (Soi) Wanit 1
aquí en el mapa veis señalado el callejón, nosotros seguimos Sampeng Lane ( que es la línea verde que aparece) hacia el templo budista.
Mapa tomado de Google Maps |
Después de atravesar todo el mercado llegamos al templo budista, que fue como un remanso de paz para nuestros oídos.
Esta zona es Phahurat, el barrio indio. Comimos en una restaurante indio, cercano al Templo Chino, llamado Royal India, situado en un callejón. La verdad es que comimos fenomenal!! Y después de reponer fuerzas, continuamos con la visita.
Mapa tomado de Google Maps |
Visitamos el Templo Chino que hay en esta zona, súper bonito y chulo.
Y dimos una vuelta por la zona de comercios indios. Ya en la calle estaban cerrando las tiendas, y entramos en un centro comercial donde básicamente lo que vendían eran telas muy bonitas, como las de los saris. Volvimos a nuestra zona, dando un tranquilo paseo. Al ir cayendo la tarde, en Yaowaraj comenzaba a haber ebullición de puestos invadiendo las aceras y la carretera.
Aprovechamos para echar un vistazo y pensar dónde iríamos a cenar. La oferta gastronómica en este barrio es enorme!!
Volvimos al hotel para darnos una duchita, y nos encontramos un pequeño detalle por parte de la dirección, unas galletitas que estaban cojonudas!!
Antes de salir a cenar, aprovechamos para darnos un bajito nocturno en la piscina y observar el skyline de Bangkok de noche. Las fotos no hacen justicia!!
La calle que se ve iluminada es Yaowaraj!
Fuimos a cenar (a un restaurante llamado Texas Suki Yaowaraj) pato laqueado con unos tallarines verdes que estaban buenísimos. El plato nos encantó, peeeeero, después de haber viajado a China, os puedo asegurar que ese plato NO es plato laqueado, sino mirad en mi post de Comer en Beijing . El pato laqueado viene acompañado de una especie de tortitas y verduras para hacerte una especie de rollitos y el pato no viene servido en salsa como el que veis en la foto... así que yo diría que cenamos pato laqueado estilo tailandés, jajajaj. De todas maneras os puedo asegurar que estaba muy bueno!!
Después de la cena, dimos un pequeño paseo y volvimos al hotel. Dejamos todo más o menos recogido, porque al día siguiente, teníamos día largo de nuevo... destino Chiang Mai!
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(C) 2018 Cristina Díaz del Campo
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