TIANJIN


Cuando planeamos venir a China, en un principio nos planteamos visitar Beijing y Shanghai. El problema era la disposición de días que teníamos, no íbamos a poder visitar las ciudades en condiciones y de hecho, la decisión de quedarnos únicamente en Beijing fue de lo más acertada, dadas las dimensiones y cantidad de cosas que se pueden hacer en la capital. Lo que nos ocurrió fue que teníamos mucha ilusión por probar un tren bala, así que después de investigar, decidimos hacer una visita de un día a Tianjin, la cuarta ciudad más poblada de China y a 30 minutos (en tren bala) de Beijing.

En el post de preparativos explico cómo compramos el billete de tren antes de venir a China.... aunque yo estoy segura de que lo podríamos haber comprado en la estación de Beijing sin problemas.
Tuvimos que tener en cuenta la velocidad de los trenes (G - gootie - más rápido; D - Dongche - más "lento") así como la estación de la que salíamos en Beijing y la que llegábamos en Tianjin, ya que ambas ciudades tienes varias estaciones... esto fue un lío que te cagas, mirando simbolitos en los mapas, pero al final nos salió bien, excepto la estación a la que llegamos en Tiajin, que estaba bastante alejada del centro. Nosotros nos compramos un billete de primera clase del tren más rápido, una ocasión es una ocasión.

Este día tuvimos que darnos un buen madrugón. En la agencia me habían advertido que la hora punta en Beijing es horrible y que las colas son gigantescas, así que nos levantamos bien temprano para no llegar tarde a la Estación Sur (Beijinnan) que es de donde salía nuestro tren.
La verdad es que la hora punta no ha sido para tanto. La altísima frecuencia de trenes en el metro hace que el flujo de viajeros sea grande y si, había gente, pero nada insoportable.



Cuando hemos llegado a la estación, hemos alucinado con sus dimensiones. Múltiples restaurantes, entre los que vimos la "cadena del señor de confianza" (es una tontería nuestra, no sabemos como se llamaba en realidad



Aquí os pongo un vídeo de justo antes de pasar por el Security Check, donde había que escasear mochilas, bolsos y maletas:




Después de ese control, pasamos al Hall principal de la estación:





Aquí había comercios donde amenizar la espera:


Y como siempre, riadas de gente:



Después de tomar un cafeciño y dar una vuelta, llegó nuestro momento de bajar al tren:


Y nos hicimos foto con nuestro vagón


Aquí fardando de primera clase!!




Hice un par de vídeos, uno saliendo de la estación y luego ya cuando el tren iba bien rápido.




                                         

Tardamos menos de media horita en llegar a Tianjin y Diego se echó una cabezadita. Cuando llegamos, resulta que la estación que habíamos elegido estaba a tomar por culísimo del centro... así que nada, fuimos al metro y tras un buen y largo recorrido, llegamos a lo que nosotros suponíamos que era el centro. Nos estuvimos guiando por este mapa que descargamos del enlace que os pongo. La primera sensación que nos dio Tianjin nada más salir del metro era que parecía una mini Nueva York, por sus altos edificios.


Fuimos andando hacia la zona del río y contemplamos los numerosos puentes que lo cruzan. Este día no sacamos muchas fotos, de hecho no tengo muchas de Tianjin... y es que he de decir que viniendo de la capital, Tianjin no tiene ni punto de comparación. Nos pareció más ordenada, menos contaminada, más tranquila.... pero ese encanto que tiene Beijing tan caótico y mezclando lo tradicional con lo moderno, es algo que engancha!

Fuimos a visitar la zona comercial, por Binjiang Avenue. Se trata de una gran avenida peatonal con centros comerciales a los lados. Empleamos buena parte de la mañana en cotillear por las tiendas y alguna que otra cosilla cayó.
Esta avenida tiene un servicio de un trenecito que te lleva a un extremo u otro, nosotros la hicimos caminando hasta llegar al final, donde había una bonita Iglesia Católica  de aquí nos fuimos a la zona que viene marcada como "Italian Style Area".... vamos a ver, para nosotros no tienen ningún interés, venimos de Europa y estamos acostumbrados a este tipo de barrios residenciales con casitas con jardín y arquitectura europea. Yo me imagino que para un asiático, caminar por un sitio así sí que es especial, porque es totalmente distinto a lo que ellos están acostumbrados. Así que no saqué ninguna foto tampoco de aquí. La pateada fue enorme (y decepcionante, nos esperábamos otra cosa)

Luego ya fuimos a comer, por la zona que sale en la foto que he colgado.
Elegimos este sitio: 


De una calle peatonal con muchos restaurantes.... no fue una comida que fuera nada del otro mundo y tratamos de alargarla, porque aún quedaba mucho tiempo para coger el tren de vuelta.

La tarde fue bastante soporífera. Dimos una vuelta por esta zona, en la que había bastantes centros comerciales, pero estaban todos muertos, no había mucha animación que digamos.... y acabamos haciendo tiempo en un Star Bucks (...)


Luego a la vuelta, en la estación de Tianjin, decir que no tenía nada que ver con la de Beijing, mucho más pequeña y aburrida...

En resumen, no fue un día muy entretenido, mereció la pena la experiencia del tren bala, pero Tianjin no nos pareció nada especial de visitar. Beijing tiene mucho más que ofrecer... y me alegré enormemente de estar de vuelta y poder cenar y pasear por los hutongs cercanos al hotel!!! Si disponéis del tiempo justo, la visita a Tianjin os la podéis saltar perfectamente (y sino, también, la verdad!!)



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(C) 2018 Cristina Díaz del Campo 















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