GRAN MURALLA CHINA

Sin duda, uno de los días más especiales de nuestra estancia en China fue cuando fuimos a visitar la Gran Muralla China.
Después de mucho buscar y leer y releer por Internet, me decanté por esta empresa: Beijing Walking Tours 
Tienen diversos tours disponibles y el dueño, Leo, habla perfecto inglés, con lo cual la comunicación con él fue muy fácil, además de ser muy profesional y atento en todo momento. Creo recordar que pagamos 600 yuanes por persona, que puedes pagar por adelantado o el día de la visita. Nos recogieron en la puerta de nuestro hotel, a pesar de lo difícil que era acceder a él y en todo momento nos acompañó la amabilidad del guía y el conductor. Los tramos que íbamos a visitar están a 150 km de Beijing, con lo cual, cuando nosotros hicimos la visita disfrutamos de un lujazo de día en el que nos cruzamos con 8 o 9 turistas y la muralla fue para nosotros y nuestras fotos. Es cierto que una de las secciones (Jinshanling) estaba siendo preparada para la llegada masiva de turismo (parkings gigantescos y resorts) con lo cual, quizá a día de hoy no resulte tan idílico como cuando fuimos nosotros. En Semana Santa 2018 las obras estaban muy avanzadas, a punto de que fueran inauguradas. Hay otras secciones populares de visitar desde Beijing, como Mutianyu, pero el guía nos enseñó fotos en su móvil de un día normal y había ríos de gente caminando por ahí.... vamos, ni punto de comparación con nuestra experiencia!!
Es OBLIGATORIO llevar un buen calzado de trekking. Hay muchos tramos empinadísimos y resbaladizos con los cual hace falta que nuestras botas se agarren bien al suelo. Por supuesto, a los aventureros con hijos, se puede visitar, claro, pero quizá las secciones en las que estuvimos no las veo muy aptas para críos, había tramos bastante complicados y cansados.

Como ya os comenté, nuestro día comenzó con la recogida en el hotel. Tardaron un poco más en llegar, porque se confundieron de hotel, y el guía no puedo pedirnos disculpas más veces, el pobre. Le hice una foto a esta moto con abrigo en la puerta del hotel , tan comunes en Beijing.... el invierno tiene que ser terrible en esta ciudad!!





Llegamos al coche y nos tenían preparada agua mineral y fruta para el camino. El guía nos iba explicando las cosas que íbamos viendo a nuestro camino y el viaje hasta la primera sección que íbamos a visitar, en la zona de Gibekou fue super ameno. Nos explicó como está dividida Beijing por anillos de carreteras (a modo de M30, M40, solo que hay como 10 carreteras circulares alrededor de la city). Nos habló del tema de la polución y la obligatoriedad de cerrar fábricas en los episodios malos, del origen de los hutongs y la protección gubernamental de la que gozan... en fin, muy educativo e interesante conocer más cosas de la mano de un Beijinés.
Aquí el edificio de IBM, con forma de dragón, al lado del Ring Road 7 si no recuerdo mal...


Y ya por fin acercándonos, se empezaron a ver las torretas de vigilancia :



Cuando llegamos, tuvimos que ir por unos senderos hasta llegar al camino que subía a la muralla. Vimos pequeñas parcelas con cultivos, según nos comenté el guía, China es un país MUY montañoso y con la cantidad de población que tienen, has de aprovechar todo rincón posible para cultivar o criar ganado. De hecho nos dijo que China importaba mucha carne, sobre todo de Canadá, ya que el producto nacional no da para abastecer a toda la población.


Caracteres chinos que indican la entrada en el recinto de la muralla.

En primer lugar visitamos la zona de Gibekou. Es una zona que se conserva bastante original, pero también tiene tramos que están en muy mal estado y algunas torretas estaban a punto de derruirse:







Los paisajes, como se ven, son espectaculares y eso que la bruma-contaminación no hace que se vea con claridad todo. Además con los sonidos de naturaleza y pájaros, fuera de la ciudad... una maravilla



La visión es espectacular, como si fuera un dragón gigante que serpentea por las montañas:











Después de caminar por la sección, nuestro guía nos dejó un rato para ir por libres, rogándonos que tuviéramos cuidado. Yo caminé hacia otra torreta de vigilancia 




Y después, cuando volvimos a reunirnos con nuestro guía, éste estaba "haciendo pesas" con una roca de la muralla. Fue súper gracioso, nos dijo que así se mantenía en forma!! es verdad que al principio del día llevaba una marcha vertiginosa, luego se fue deshinchando poco a poco (y por suerte!) y su ritmo fue disminuyendo.

Cogimos de nuevo el coche y nos dirigimos a la zona de Jinshanling. Hicimos una parada en el camino para comer en el restaurante de los señores de Mongolia, que ya expliqué en el post sobre dónde comer. Fue una comida súper rica, súper abundante y para Diego, casi la mejor de todo el viaje. Compartimos mesa con el guía y el conductor y cogimos energía para la próxima parada. La zona estaba llena de camiones, la carretera en construcción y a ambos lados resorts a punto de ser terminados en lo que, según el guía, será una nueva zona súper turística para visitar la Gran Muralla.

Llegamos por fin a Jinshaling. Tras pasar los torniquetes de entrada, fuimos por un sendero de unos 2km de longitud para llegar a la Torre de las 5 Ventanas, una torreta de vigilancia única, ya que las más tienen menos ventanas. El camino era bonito, muy empinado en algunos tramos y amenizado con altavoces con una suave música de la BSO del El viaje de Chihiro.... estos chinos no saben estar en silencio!!!


Este tramo fue espectacular de visitar, con 4 personas nos cruzamos, y el estado de la Muralla mucho mejor que en la otra sección. Aquí estaríamos subiendo y bajando rampas hasta el atardecer.





A pesar de la bruma-contaminación, pudimos sacar alguna foto bonita:


Y apuramos al máximo del momento, ver atardecer en la Gran Muralla China no es algo que se pueda hacer todos los días!!



Otra maravilla del mundo visitada!!!


El día nos dio para hacer un  poco el payaso, aquí foto Moonwalker!! 


Y conseguir retos como escalar estas paredes de escaleras:


Aunque acabáramos con la lengua fuera!!


Nuestro guía nos contó después que había un teleférico para subir hasta el tramo que visitamos, pero de verdad, mereció la pena subir andando.
Esta foto la saqué al bajar, cuando ya anochecía. Bajamos por el acceso a una torreta... en la que había una china con un puesto vendiendo souvenirs y cervezas!!! cuando le dijimos que no íbamos a comprar nada, cerró el chiringo y se bajó con nosotros. Increíble un chiringo de souvenirs y bebidas en medio de la gran muralla..... pero es que China es así!!!



En el viaje de vuelta Diego y yo nos quedamos dormidos. Para entrar de nuevo a Beijing había que entrar por dos controles fronterizos... la policía nos iluminó con linternas pero sólo pidió documentación a nuestros guía y conductor. Imposible saber qué hablaron y el sueño se apoderó de nosotros... hasta que llegamos a a la capital de nuevo.

Nuestro guía nos recomendó una calle para ir a cenar. Es una calle llena de restaurantes que ya expliqué en mi post de dónde comer en Beijing. Ese día nos metimos una bbq china entre pecho y espalda, bien merecida después de subir y bajar por la Muralla China. Fue un día INOLVIDABLE y quizá la visita más destacada de nuestra estancia en China (por esta vez!!)

SIGUE NUESTRA AVENTURA EN EL SIGUIENTE POST DE BEIJING:





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(C) 2018 Cristina Díaz del Campo 

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