DÍA 5: ZONA CENTRO - ARCOS DE LAPA, BAIRRO DA SANTA TERESA, ESCADAIRA SELARON, CATEDRAL METROPOLITANA, REY DOS GALETOS, COMFETAIRA COLOMBO


La primera tarea del día era solucionar el tema de mi vacuna antirrábica. Planazo.

Antes de ir para el ambulatorio, pasamos por la farmacia para comprar la medicación que me había mandado el médico de la consulta privada. Me pidieron el informe médico y sacaron copias de mi documentación, para comprobar que efectivamente las medicinas eran para mí.

Después nos dirigimos al centro de salud público que estaba en la misma calle de la clínica privada. No sé cuantísimo tiempo esperamos a ser atendidos, pero finalmente entramos en la consulta.

A favor de la sanidad pública de Brasil he de decir que el trato fue excelente y que, a pesar de que no tenían suficientes dosis para todos los pacientes (después de nosotros llegó una señora que también había sido mordida por un perro), a mí me atendieron sin problemas y la enfermera que rellenó todo el documento de la profilaxis de la rabia me trató con suma paciencia y hablando en portugués muy despacio para que la entendiéramos.

No todo el mundo se lleva una Cartilla de Vacunación  brasileña de souvenir!
El problema quedó solucionado por el momento, porque esta vacuna no es de una sola dosis, sino que son 5 (aunque en Madrid lo completé en 4 más Inmunoglobulina). Tendríamos que ponernos en contacto con el seguro de nuevo, ya que en el centro de salud nos comentaron que ya no disponían de más dosis de vacuna.... "genial".. pero más no podíamos hacer en ese momento. Así que nada, con los deberes del día completados, seguimos con nuestra visita de la ciudad.

En este día tocaba la zona centro de la ciudad. Algo muy importante y a tener en cuenta cuando se visita Rio es que el centro no es recomendable en fin de semana o festivos. La razón es porque no se trata de una zona residencial, sino que es más bien centro de trabajo, es donde se concentran las oficinas, con lo cual, incluso los días de diario cuando la gente sale de trabajar, se queda bastante desierto y no se considera seguro pasear por ahí. Por eso los hoteles de la zona centro son bastante más económicos que los de la zona sur . Ahora bien, si se considera el alojamiento en esta zona por tema ahorro, habrá que tener en cuenta que en muchos desplazamientos se necesitará utilizar taxi.

Fuente: Google Maps
Como podéis comprobar en el mapa, hay varios Museos importantes de visitar (en especial el Museu do Amanhã, del arquitecto español Santiago Calatrava) pero Diego es más de turismo al aire libre, y en verdad teníamos mucho que ver. en primer lugar nos dirigimos hacia los arcos de Lapa (Acueducto da Carioca) del siglo XVII (señalado en el mapa en rojo)

Fuente: Google Maps




El acueducto se utilizaba para transportar agua desde el río Carioca hasta el centro de la ciudad. Forma parte de la arquitectura colonial de Brasil y está compuesto por 42 arcos y está construido con piedra y cal. Tiene un largo de unos 270 metros y actualmente es utilizado por el bodinho de Santa Teresa, un tranvía amarillo que conecta con el barrio de Santa Teresa. El servicio del bodinho estuvo suspendido, pero gracias a la celebración de la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos, se recuperó su funcionamiento.



Al fondo podéis ver la Catedral Metropolitana, que también entró en nuestro recorrido por el centro, aunque primero fuimos al barrio de Lapa y Escadaria Selaron.


Lapa es el barrio bohemio de Rio, el lugar para salir de marcha y envolverse en una roda de samba. Nosotros lo visitamos de día (nos quedó pendiente una salida nocturna por aquí, pero algún día nos quitaremos esa espinita!) y nos perdimos por sus calles llenas de edificios chulos, grafitis y bares.







Este barrio tiene una importante historia, Jorge Amado y Machado de Assis, dos grandes escritores  brasileños, vivieron en sus calles y a lo largo del paso del tiempo, ha sido testigo de años de esplendor mezclados con otros de decadencia hasta dar lugar al Lapa de hoy en día. Sus calles conducen a uno de los puntos más turísticos del centro de Rio, que es la Escadaria Selaron 

Fuente: Google Maps




Bahía de Guanabara del gran mural. Selaron se pintó a sí mismo, leyendo el periódico

Esta escalera fue creada por el chileno Jorge Selaron. Con su obra quiso revestir de azulejos la escalera que va desde Lapa hasta el convento de Santa Teresa. En principio comenzó a utilizar azulejos con los colores de la bandera de Brasil, pero más tarde, empezó a incluir otra clase de azulejos, haciendo de su obra algo "vivo y mutante", ya que cambiaba de azulejos constantemente. de hecho, utilizaba los azulejos que los visitantes le traían, muchas veces desde sus países de origen.
En 2013, Selaron falleció, tras más de 20 años dedicado a la creación de esta escalera, en la que utilizó más de 2000 azulejos diferentes provenientes de más de 60 países.

Graffiti retrato de Selaron
Pasear por la escalera es toda una experiencia. Es recomendable dedicarle un poco de tiempo y contemplar los detalles y la multitud de azulejos que hay! Hay que tener paciencia para sacar fotos, es un lugar muy visitado y hay mucha gente! Además, el día que estuvimos hacía muchísimo calor!



Vistas del centro de Rio desde Santa Teresa

       

       

 Aquí unos azulejos madrileños que encontramos:




Después de subir hasta arriba del todo, bajamos, fijándonos en aquellos rincones que no habíamos visto y volvimos a callejear un poco por Lapa antes de dirigirnos hacia la catedral Metropolitana.



Graffiti de la época dorada de Rio

Vistas a Santa Teresa



Volvimos a pasar por los arcos de Lapa y  vimos el original edificio de Petrobras, donde tuve un Deja Vu... yo había soñado con ese edificio antes, seguro!!!


Por fin llegamos a la Catedral Metropolitana, obra del arquitecto Edgar de Oliveira da Fonseca. 

Fuente: Google Maps

Su primera piedra se puso en 1964 y tiene una forma cónica, con 75 metros de altura y 96 metros de diámetro. En el interior posee 4 vidrieras que van desde la cruz del techo hasta el suelo y lo que más impresiona es que no hay ninguna columna central que sujete el edificio. Desde mi punto de vista no es bonita, pero sí original y moderna. 
Las dimensiones interiores son impresionantes, puede albergar a 5000 personas sentadas o 20000 de pie!!


En el sótano hay un museo, pero no lo visitamos. Después de tantos lugares recorridos, teníamos mucha hambre, así que nos dirigimos a un restaurante que teníamos fichado: O Principe dos Galetos


Se trata de un restaurante económico, en el que comes en una barra con muchas banquetas. No es un sitio elegante, pero nos encantó, comimos un delicioso galeto a la brasa (pollo pequeño) que nos ayudó a reponer energías y fuerzas!! En este local fue donde encontré enhilo dental en el baño (con ya expliqué en el post de preparativos, los brasileños se toman muy en serio la higiene!)


Cuando terminamos de comer, el cielo se había nublado bastante. Continuamos nuestra visita por el centro, ya que teníamos marcados algunos sitios más para conocer.


Entre ellos estaba la Confetaira Colombo. Es un sitio de obligada visita, además damos fe de que lo que sirven está delicioso. Tomamos café y chocolate, acompañados de un pastelito (había que probarlo, la pinta era espectacular!!)  



La Confitería Colombo fue fundada en 1894 por unos inmigrantes portugueses (Joaquim Borges de Meireles y Manoel José Lebrão). la espectacular arquitectura y decoración del local le ha valido el título de Patrimonio Histórico y Artístico del Estado de Rio de Janeiro.




Después de nuestra merienda, tuvimos que refugiarnos en unos soportales cercanos a la Confitarla. porque empezó a llover un poco. Por casualidad, dimos con estas puertas,  que, según la información de Diego habían sido utilizadas en una Expo o algo así. 


Iglesia de la Candelaria
Por nuestro callejeo vimos la Iglesia de la Candelaria, en la Plaza de Pio X, cuyo origen es del siglo XVII. Aunque en sus principios fue una pequeña capilla, cuya ampliación dio lugar a la hermosa Iglesia que se puede contempla  hoy en día, con estilos barroco portugués y renacentista.

Nuestra siguiente visita era el Monasterio de São Vento, desde donde se supone que había hermosas vistas, pero al estar tan nublado y chispeando, poco vimos.


Después de nuestra visita al Convento, volvimos para coger el bus de vuelta a Copacabana. 
Como curiosidad nos asomamos a una de las cabinas telefónicas que hay en Rio, en forma de huevito.... y mirad lo que descubrimos:


Por dentro están plagadas de anuncios de contactos!!!

a la vuelta nos cayó un señor chaparrón encima, nos empapamos literalmente!!! Pero no fue desagradable, porque la temperatura era tan buena, que hasta se agradecía un poco de agua!

Para cenar fuimos a un vegetariano, en busca de algo ligerito después de la comilona del día. Encontramos un restaurante Bio Carioca con comida buena, pero muchos platos agotados.

La verdad es que fue un día de lo más completo. Al día siguiente teníamos el Reveillon!!


SIGUE NUESTRAS AVENTURAS EN EL SIGUIENTE POST DE RIO DE JANEIRO:


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(C) 2019 Cristina Díaz del Campo 

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