DÍA 6: REVEILLON

Por fin llegó el día estrella de nuestras vacaciones en Rio... Reveillon!! Qué es como llaman a la fiesta de fin de año en Brasil.

El día transcurrió tranquilamente. Tuvimos una mañana muy tranquila de bajar a la playa y arreglar el tema de la siguiente dosis de mi vacuna antirrábica, ya que en el centro de salud no podrían poner la siguiente. Quedaron en avisarnos para decirnos a dónde deberíamos dirigirnos, ya que hasta el día 2 no me tocaba pinchar de nuevo.

Aprovechamos la mañana para disfrutar del sol, océano y arena y comimos por la zona de Copacabana. Luego fuimos al hotel a echarnos la siesta para estar a tope de energías por la noche... yo no soy mujer de siesta y el tema de la vacuna me traía de cabeza, así que mientras Diego dormía, estuve brujuleando en Internet, buscando sitios donde poder vacunarme en caso de que el seguro no nos diese una solución. Encontré un sitio privado, cerca de nuestro hotel, un centro de vacunación y apunté las señas por si acaso... nunca se sabeDiego se despertó de la siesta y nos empezamos a arreglar para la ocasión.

Dicen que para atraer a la suerte hay que vestirse de blanco. Esta tradición proviene del Candomblé y viene acompañada con arrojar flores al mar y saltar las olas a media noche. Así que nosotros estrenamos atuendos blancos y salimos para Avenida Atlântica, que para la ocasión es cortada al tráfico para acoger a los más de un millón de visitantes que se agrupan en los 4km de la playa de Copacabana para recibir al Año Nuevo. 

Mucha gente opta por llegar a Copacabana en metro, hay que tener en cuenta que hay que comprar los billetes con antelación, no hay posibilidad de comprarlos en el mismo día. Las calles de Copacabana quedan limitadas al uso de residentes a partir de las 18 y los buses dejan de circular a las 22, con lo cual hay que planificar el transporte hasta la playa si no se está alojado en el barrio de Copacabana. En nuestro caso no tuvimos problema ninguno, ya que nuestro hotel estaba al ladito de la playa. En el ascensor nos colgaron el programa de la noche:


Y nos pusieron unas pulseras de las típicas que ponen en festivales para poder acceder al hotel una vez saliéramos a la calle. Es el método que utilizaban para así evitar que en el hotel se colase nadie ajeno... y también una manera de identificarnos como gringos totales... de todas formas, cumpliendo con nuestra precauciones de viaje, no llevábamos ni joyas, relojes, objetos de valor o gran cantidad de dinero.

Primero dimos una vuelta para ver los escenarios y sacarnos fotos con el atardecer. A pesar de que la tradición habla de vestirse de blanco, no mucha gente iba así!




En los escenarios, como veis había un cronómetro con la hora. Las actuaciones habían empezado uy la calle se iba llenando de más y más gente. Al igual que en los eventos en España, gente vendiendo cervezas y refrescos entre la multitud hacían la "vida un poco más fácil"



Al anochecer nos metimos por las calles de Copacabana en busca de nuestra cena de Nochevieja. El menú elegido fueron unos sandwiches de lanchonette, bien ricos, rápidos y baratos. Con fondo en la panza, ya nos fuimos a situarnos cerca de uno de los escenarios, al lado del puesto de las caipirinhas.... perdición... estaban de escándalo!! las preparaban deliciosas!! Y la primera que bebes, la cachaça da repelos, pero luego....  en fin, que me bebí unas cuantas!


En el mar había varios barcos de cruceros atracados, también esperando para ver el espectáculo pirotécnico


Conocimos a unos chicos australianos y un bailarín que me intentó enseñar samba (sin éxito, claro, mi ritmo caderil es nulo!) Fue súper divertido y en la playa había muy buen rollo con la gente


Cuando llegaron las 12, en el cronómetro de los escenarios empezó la cuenta atrás en portugués: "Dez, nove, oito, sete, seis, cinco, cuatro, três, dois, um.....!!!!" y empezaron los fuegos artificiales.... 20 minutos de fuegos!!!!

El audio es horrible, porque mi cámara pequeña no tiene muy bien el micrófono, pero el espectáculo pirotécnico fue una maravilla!!!




Incluso ya llegó un punto que era en plan... esto no acaba nunca!! jajajaj y continuó la fiesta con samba, bailes y más caipirinhas.... hasta que llegó un punto que mi cuerpo dijo, "se acabó" jajajaj

Me lo pasé súper bien, aunque mi error fue beberme tan alegremente las caipirinhas. Sin duda, el mejor Año Nuevo de todos los que hemos pasado nunca!!


SIGUE NUESTRAS AVENTURAS EN EL SIGUIENTE POST DE RIO DE JANEIRO:


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(C) 2019 Cristina Díaz del Campo 

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