Como ya os decía, el tiempo no acompañaba mucho en nuestra llegada a Cape Town. Dejamos el coche y subimos a nuestra habitación, un 10º piso desde el que se podía ver Lion's Head... no era la mejor vista del hotel, las habitaciones del otro lado eran mejores, pero tampoco nos podíamos quejar.
Nuestro hotel era el Park Inn by Radisson Cape Town Foreshore. El alojamiento nos costó muy caro, 150 euros la noche y además lo tuvimos que reservar con muchísima antelación, por el tema del Año Nuevo. También utilizamos el parking, que es donde dejamos el coche durante nuestra estancia aquí. Nos costó un poco encontrarlo por culpa del GPS de nuevo.... pero llegamos!
La cama era súper cómoda y el hotel se encuentra muy bien situado, cerca de Long Street y a un paseo del V&A Waterfront, con lo cual, mucho taxi no utilizamos, la verdad!
La calle Long Street tiene edificios antiguos entremezclados con otros modernos. Es súper chula, llena de comercio y gente y es completamente seguro caminar por ella, tanto de día como de noche.
Green Market Square tiene un mercadillo de artesanía y cosas muy bonitas, pero el precio es CARO, así que es mejor comprar los souvenirs en otro sitio. Es muy turística, pero hay que tener ojo con las pertenencias. El "percance" que tuvimos con mi mochila (que Diego pilló a uno que andaba sigilosamente detrás de mi intentando abrirme el bolsillo pequeño) nos ocurrió por la calle que va por detrás de esta plaza.
Mientras hacíamos tiempo para que nuestro Free Tour comenzara, comimos en Barans, un restaurante kurdo que la verdad, no lo recomiendo. La comida fue de calidad mediocre y la espera eterna. Y fue durante esa espera donde observamos y la plaza y vimos los tristes contrastes de Ciudad del Cabo. Había mucha gente pidiendo en la calle, incluso niños cantando y pasando después el platito de colecta, para después dárselo a unas mujeres que les observaban desde un banco... Algo que te dicen en los puestos informativos para el turista y que puedes ver en carteles por toda la ciudad es no dar dinero quien te pide, a cambio, ofrecerles comida o algo que necesiten de verdad. Yo llevaba fruta en la mochila y si nos venían a pedir, les daba una pieza. La razón es que el dinero no lo utilizan para alimento y por eso es mejor contribuir con alguna Charity o Refugio (en la guía que cogí en el aeropuerto te explican que puedes donar a Haven Night Shelter . Existen cupones desde 60 rands. Cada noche en el refugio cuesta 12 rands, así que con esa cantidad, contribuyes a que una persona pueda dormir 5 noches en un refugio)
La verdad es que es una pena, pero la realidad es que es una de las ciudades que hemos visitado en la que hemos visto más gente de la calle.
Llegada la hora, llegó nuestro guía para hacer el tour. Un auténtico enamorado del Bo- Kaap que nos explicó de maravilla todas las particularidades de este famoso barrio de Cape Town.
Aquí tenéis un mapa de la situación del mismo:
Nuestro guía nos animaba a que saludáramos a los habitantes del barrio (Salamalekun) y que les diéramos las gracias por dejarnos visitar sus calles y contemplar sus casas. Nos enseñó a decirlo en afrikaans y era algo parecido a decir "compra un donut" (Buy a dunkin) pero todo junto (bayadankin).
A la gente le daba vergüenza, pero yo sí que saludé a la gente que nos cruzábamos y su respuesta con una sonrisa merecía la pena quitarse las vergüenzas!!
Después del tour, el guía nos acompañó hasta Green Market y nos fuimos al hotel a descansar y prepararnos para New Year's!!! Intentamos contactar con los finlandeses para quedar con ellos, pero nos fue posible, así que decidimos ir a nuestro rollo.
Nos echamos una buena siesta y cuando nos despertamos.... llovía!!! La verdad es que fue una faena para vestirnos, me tuve que volver a poner el chubasquero (bendito chubasquero, menos mal que me lo llevé) y pantalones largos.
En Ciudad del Cabo la Nochevieja se celebra en el V&A Waterfront y tiene fama de ser una de las más especiales del mundo. Cuando bajamos a la calle para dirigirnos hacia allí, hacía bastante fresco. Al lado de nuestro hotel habían preparado también unas carpas con DJ's (que en el hotel nos dijeron que era de una fiesta de entrada gratuita) y había bastante animación en la calle, por eso nos fuimos caminando hasta el Waterfront. La historia es que de repente, cuando estábamos ya bastante cerca, empezó a llover, pero a llover muchísimo!!! Tuvimos que dar media vuelta y refugiarnos en una gasolinera que hay cerca del Waterfront. Nos compramos unas porciones de pizza y unas Ginger Beer y nos sentamos a esperar ... que parara de llover! Fue la cena de Navidad más barata de la historia!!
Os soy sincera... en esos primeros momentos pensé, qué putada!!! Pero la verdad es que no, no era una putada. Los empleados de la gasolinera bailaban felices con la lluvia. Por fin, después de mucho tiempo sin caer agua, llovía!!!
La lluvia no paró, dejó de caer fuerte y Diego y yo tuvimos que decidir qué hacer, irnos al Waterfront o dar media vuelta. Diego sugirió que fuéramos a las carpas de la fiesta gratis de al lado del hotel, que de lo malo, estábamos cerca para subirnos a la habitación. Y fue lo que hicimos.
Cuando llegamos la verdad es que no pegábamos ni con cola, la gente iba muy bien vestida y encima la entrada era súper cara, de gratis nada!!... y seguía lloviendo. Así que volvimos a reestructurar planes y nos fuimos al bar del hotel a tomarnos unas cerves y Diego un combinado.... y nos fuimos a dormir!!!
Desde luego el plan de Nochevieja no fue para nada lo que teníamos planeado, pero sinceramente, que cayera agua después de tantos meses de sequía y ver a los capetonians felices, merece más la pena que cuatro fuegos artificiales. Además, al día siguiente, teníamos también grandes planes, con lo cual, levantarnos descansados y sin resaca, nos iba a venir de maravilla!!
SIGUE NUESTRAS AVENTURAS EN EL SIGUIENTE POST DE SUDÁFRICA:
Nuestro hotel era el Park Inn by Radisson Cape Town Foreshore. El alojamiento nos costó muy caro, 150 euros la noche y además lo tuvimos que reservar con muchísima antelación, por el tema del Año Nuevo. También utilizamos el parking, que es donde dejamos el coche durante nuestra estancia aquí. Nos costó un poco encontrarlo por culpa del GPS de nuevo.... pero llegamos!
La cama era súper cómoda y el hotel se encuentra muy bien situado, cerca de Long Street y a un paseo del V&A Waterfront, con lo cual, mucho taxi no utilizamos, la verdad!
Debido a que Table Mountain estaba cubierta de nubes, decidimos adelantar nuestra visita de Free Tour para conocer el barrio del Bo Kaap.
Nosotros hicimos el tour con Nielsen tours que disponen de distintos tours a pie por Ciudad del Cabo y Johannesburgo. El punto de partida es en Green Market Square, una plaza aledaña a Long Street, así que fuimos hasta allí dando un paseo por primera vez por esta famosa calle.
Justo al salir del hotel nos encontramos con la pareja de finlandeses del safari!!! Increíble!! Nos hizo mucha ilusión y quedamos en hablar por la noche para ir juntos a la celebración del Año Nuevo.
La calle Long Street tiene edificios antiguos entremezclados con otros modernos. Es súper chula, llena de comercio y gente y es completamente seguro caminar por ella, tanto de día como de noche.
| Mapa tomado de Google Maps |
Green Market Square tiene un mercadillo de artesanía y cosas muy bonitas, pero el precio es CARO, así que es mejor comprar los souvenirs en otro sitio. Es muy turística, pero hay que tener ojo con las pertenencias. El "percance" que tuvimos con mi mochila (que Diego pilló a uno que andaba sigilosamente detrás de mi intentando abrirme el bolsillo pequeño) nos ocurrió por la calle que va por detrás de esta plaza.
Mientras hacíamos tiempo para que nuestro Free Tour comenzara, comimos en Barans, un restaurante kurdo que la verdad, no lo recomiendo. La comida fue de calidad mediocre y la espera eterna. Y fue durante esa espera donde observamos y la plaza y vimos los tristes contrastes de Ciudad del Cabo. Había mucha gente pidiendo en la calle, incluso niños cantando y pasando después el platito de colecta, para después dárselo a unas mujeres que les observaban desde un banco... Algo que te dicen en los puestos informativos para el turista y que puedes ver en carteles por toda la ciudad es no dar dinero quien te pide, a cambio, ofrecerles comida o algo que necesiten de verdad. Yo llevaba fruta en la mochila y si nos venían a pedir, les daba una pieza. La razón es que el dinero no lo utilizan para alimento y por eso es mejor contribuir con alguna Charity o Refugio (en la guía que cogí en el aeropuerto te explican que puedes donar a Haven Night Shelter . Existen cupones desde 60 rands. Cada noche en el refugio cuesta 12 rands, así que con esa cantidad, contribuyes a que una persona pueda dormir 5 noches en un refugio)
La verdad es que es una pena, pero la realidad es que es una de las ciudades que hemos visitado en la que hemos visto más gente de la calle.
Llegada la hora, llegó nuestro guía para hacer el tour. Un auténtico enamorado del Bo- Kaap que nos explicó de maravilla todas las particularidades de este famoso barrio de Cape Town.
Aquí tenéis un mapa de la situación del mismo:
| Mapa tomado de Google Maps |
Este es el barrio malayo, la traducción significa "above the cape" y es donde se instalaron los esclavos liberados (traídos por los holandeses desde Malasia, Sri Lanka, Indonesia, India y varios países africanos en el siglo XVII), en la falda de Signal Hill. Su gastronomía, música, cultura y coloridas casas forman parte de la cultura de la ciudad y es un punto que ningún visitante debe perderse.
Los Cape Malay (como comúnmente se denominaba a los descendientes de los esclavos), fueron los primeros en traer el Islam a Sudáfrica y la Mezquita más antigua la podemos encontrar aquí.
Cuando nosotros realizamos la visita, pudimos escuchar la llamada al rezo.
Originariamente las casas eran de color blanco, pero tras la abolición de la esclavitud, cuando los "cape malays" pudieron comprar las casas en las que vivían, se cree que comenzaron a pintarlas de colores llamativos como exaltación de su libertad.
Debido al tiempo nublado, las vistas y colores de las casas no aparecen muy resaltados en mis fotos, pero la verdad es que el vecindario era muy bonito!! y merece la pena visitarlo.
¿Veis la montaña del fondo? Eso es Table Mountain! como podéis comprobar, el día estaba bien nublado y las vistas hubiesen sido impresionantes con sol... pero bueno, el encanto del barrio con sus casas de colores estaba presente aún con nubes!
En el barrio del Bo- Kaap hay un Museo (al que no entramos, porque estaba cerrado) y también un restaurante que nos recomendaron por la calidad y sabor de sus platos de cocina tradicional sudafricana. Por falta de tiempo no pudimos venir, pero sí probamos Boboti (pastel de carne) en otros restaurantes y Curry Cape Malay, dos platos cuyo origen reside en los habitantes del barrio.
Existen cursos de cocina malaya en el barrio, obviamente para gente que pueda pasar más días en Cape Town.
Os dejo un pequeño popurrí de fotos del barrio:
Y un poquito de Street Art (que quienes me conocéis, ya sabéis que me encanta)
Nuestro guía nos animaba a que saludáramos a los habitantes del barrio (Salamalekun) y que les diéramos las gracias por dejarnos visitar sus calles y contemplar sus casas. Nos enseñó a decirlo en afrikaans y era algo parecido a decir "compra un donut" (Buy a dunkin) pero todo junto (bayadankin).
A la gente le daba vergüenza, pero yo sí que saludé a la gente que nos cruzábamos y su respuesta con una sonrisa merecía la pena quitarse las vergüenzas!!
Después del tour, el guía nos acompañó hasta Green Market y nos fuimos al hotel a descansar y prepararnos para New Year's!!! Intentamos contactar con los finlandeses para quedar con ellos, pero nos fue posible, así que decidimos ir a nuestro rollo.
Nos echamos una buena siesta y cuando nos despertamos.... llovía!!! La verdad es que fue una faena para vestirnos, me tuve que volver a poner el chubasquero (bendito chubasquero, menos mal que me lo llevé) y pantalones largos.
En Ciudad del Cabo la Nochevieja se celebra en el V&A Waterfront y tiene fama de ser una de las más especiales del mundo. Cuando bajamos a la calle para dirigirnos hacia allí, hacía bastante fresco. Al lado de nuestro hotel habían preparado también unas carpas con DJ's (que en el hotel nos dijeron que era de una fiesta de entrada gratuita) y había bastante animación en la calle, por eso nos fuimos caminando hasta el Waterfront. La historia es que de repente, cuando estábamos ya bastante cerca, empezó a llover, pero a llover muchísimo!!! Tuvimos que dar media vuelta y refugiarnos en una gasolinera que hay cerca del Waterfront. Nos compramos unas porciones de pizza y unas Ginger Beer y nos sentamos a esperar ... que parara de llover! Fue la cena de Navidad más barata de la historia!!
Os soy sincera... en esos primeros momentos pensé, qué putada!!! Pero la verdad es que no, no era una putada. Los empleados de la gasolinera bailaban felices con la lluvia. Por fin, después de mucho tiempo sin caer agua, llovía!!!
La lluvia no paró, dejó de caer fuerte y Diego y yo tuvimos que decidir qué hacer, irnos al Waterfront o dar media vuelta. Diego sugirió que fuéramos a las carpas de la fiesta gratis de al lado del hotel, que de lo malo, estábamos cerca para subirnos a la habitación. Y fue lo que hicimos.
Cuando llegamos la verdad es que no pegábamos ni con cola, la gente iba muy bien vestida y encima la entrada era súper cara, de gratis nada!!... y seguía lloviendo. Así que volvimos a reestructurar planes y nos fuimos al bar del hotel a tomarnos unas cerves y Diego un combinado.... y nos fuimos a dormir!!!
Desde luego el plan de Nochevieja no fue para nada lo que teníamos planeado, pero sinceramente, que cayera agua después de tantos meses de sequía y ver a los capetonians felices, merece más la pena que cuatro fuegos artificiales. Además, al día siguiente, teníamos también grandes planes, con lo cual, levantarnos descansados y sin resaca, nos iba a venir de maravilla!!
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(C) 2018 Cristina Díaz del Campo
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