Primero fuimos a tomar un rico desayuno en una cafetería llamada Libernard Café, según el cartel que tenían en la puerta, servían el mejor Banana Pancake de Chiang Mai... y doy fe!! Porque estaba buenísima!!
Diego optó por unos huevos revueltos, porque es alérgico al plátano...
Después del desayuno nos fuimos a North Gate para coger un Songteaw compartido, que nos llevaría a Doi Suthep
Los Songteaws son como furgonetas, pero como podéis ver en la foto, van abiertas y tienen dos bancos para sentarte. Es una experiencia subir en un bicho de estos, y en concreto cuando cogimos este, más, porque la carretera que comunicaba con Doi Suthep estaba cortada, así que el tipo que conducía nos llevó por unos caminos de lo más raro, en medio del campo. Todos nos mirábamos con cara de circunstancia, pero finalmente llegamos a nuestro destino.
Doi Suthep es un pico de casi 1700 metros de altitud que se encuentra a 16 km al noroeste de Chiang Mai. En él se encuentre el Wat Phra That Doi Suthep.
Al templo se llega subiendo por una escalinata de 306 escalones en cuyo comienzo, en la barandilla, hay unas figuras de dragones.
Como podéis ver en las fotos, había bastante gente!! Y es que este templo es muy visitado por turistas y gente que viene a rezar. La verdad es que es una visita súper recomendada, el templo es precioso y las vistas merecen la pena.
Yo aproveché para que me bendeciera un monje. Te ponen una pulsera de algodón a la que hacen varios nudos mientras pronuncian unas palabras. En nuestra estancia en Tailandia, repetí ceremonia tres veces. La pulsera debe caerse sola. Yo de hecho aún llevo una!!! El día que se me rompa se me va a hacer muy raro no vérmela en la muñeca!!
También participé en otra ceremonia, en la que el monje decía palabras y los asistentes repetían, yo lo intenté!! Pero bien difícil repetir exactamente lo que decía el monje.
Después continuamos visitando el templo y vimos el rincón de meditación y las impresionantes vistas. A lo lejos se veía Chiang Mai!!
Tuvimos mucha suerte con el clima, ya que normalmente hay mucha bruma y no se puede distinguir mucho en la distancia.
También decir que de todos los templos que visitamos en Chiang Mai, es el que estaba más lleno de gente. Cuando estuvimos en 2016 había unas taquillas para pagar la entrada, (que nosotros abonamos, claro) pero luego vimos que la gente pasaba directamente sin pasar por taquilla. Nos sentimos un poco pardillos, la verdad... pero bueno, nos consolamos pensando que con lo que pagamos contribuíamos al mantenimiento del templo!!
Después de la visita, cogimos de nuevo un Songteaw compartido y volvimos a Chiang Mai. Coincidimos con unos españoles y estuvieron contándonos lo que habían visitado ya y nosotros a ellos. Nos encontramos con el muñeco de Michelin en postura asiática, había que aprovechar a hacerse foto con él!!
Fuimos a comer por el centro. Diego se pidió Laab, que es un plato que se come en el noreste de Tailandia, hecho con pollo, hierbabuena, cilantro, cebollino, lima, chili.... a Diego es que le encanta probar todo!!
Por la tarde quedamos con Louis y Jade. Qué ilusión me hizo volver a verle!! A Louis le conozco de cuando estuve viviendo en Leeds, era un amigo del grupo que tenía allí y sabía que estaba viviendo en Chiang Mai gracias a Facebook. Las redes sociales a veces tienen su punto bueno!! Nos vinieron a buscar al alojamiento nuestro y estuvimos charlando y poniéndonos al día, después de tantos años!!
Después nos fuimos en sus motos (yo con Louis y Diego con Jade) y nos llevaron al lago Huay Tueng Tao, donde hay unas cabañas súper chulas y te sirven comida y bebida, así que nos tomamos unas cervezas Leo (otra marca popular en Tailandia), mientras vimos atardecer.
Luego nos llevaron a la otra parte del lago, donde está el Buda Dorado. En el lago se puede nadar, aunque nosotros simplemente nos dedicamos a conversar y disfrutar del paisaje.
La entrada cuesta 50 baths (en 2016) y es el precio para turistas extranjeros, los locales tienen otra tarifa.
De vuelta en Chiang Mai, fuimos al Night Bazaar con los chicos y fue un gustazo, ya que nos ayudaron muchísimo a regatear!! Estuvimos tomando una cerveza típica de Chiang Mai en un pub del Anusan Market y en el baño vi una cucaracha gigantesca!! Puagh!!!
Para cenar, nos llevaron a una zona que se llama River Side, cruzando el río. La zona estaba súper animada y hay numerosos locales donde tomar algo y comer. Estuvimos en un restaurante llamado The Good View, un local gigantesco, con mesas para cenar y pista de baile!!
La comida estaba buenísima, y además nos atendieron con rapidez. Jade nos dejó, ya que tenía que trabajar al día siguiente y nos quedamos con Louis, primero tomando algo en un local de reggae en el centro de Chiang Mai, en una zona en la que hay muchos bares.
Y después estuvimos en un tugurio que estaba cerrado, pero nos dejaron entrar y dentro había gente jugando a billares. La verdad es que nos lo pasamos genial y fue estupendo volver a ver a mi amigo.
Volvimos al alojamiento en tuk tuk y caímos rendidos en la cama!!! Al día siguiente seguíamos de ruta!! esta vez... rumbo a las islas!!
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(C) 2018 Cristina Díaz del Campo
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