Miro que es un número raro, lo cojo y no se oye nada... Diego se despierta y me pregunta que quién era, y al segundo me llega un SMS diciendo que nuestro vuelo se retrasa hasta las 11.40, es decir, hora y media. Sin más explicaciones.
Evidentemente nos quedamos los dos súper mosqueados. Decidimos seguir durmiendo y presentarnos en el aeropuerto a la hora que teníamos pensada desde un principio. Claro, yo ya me dormí muy mosqueada porque aunque teníamos margen para hacer la escala, se nos quedaba reducida a una hora.... eso es muy poco... pero otra cosa no podíamos hacer.
Al hacer el check out nos devolvieron los 500 Bht de la fianza, que utilizamos para pagar el taxi que nos llevaría al aeropuerto.
No nos encontramos mucho tráfico, pero el camino era largo y aún era de noche... qué pena dejar Tailandia!!!
No nos encontramos mucho tráfico, pero el camino era largo y aún era de noche... qué pena dejar Tailandia!!!
Cuando llegamos al aeropuerto, en ningún lugar venía indicado que nuestro vuelo estuviera retrasado, así que nos alegramos de haber ido con la hora que teníamos pensada desde el principio.
De todas formas, Aeroflot nos la volvió a jugar. El vuelo salió a las 12 pasadas, yo estaba que me subía por las paredes porque sabía que la conexión en Moscú con el vuelo a Madrid iba a ser graciosa. De nuevo el servicio a bordo lamentable, con falta de opciones para comer y las azafatas unas rancias. A nuestro lado iba un ruso que no hacía más que beber vodka de la Duty Free. Ese hombre tenía una vejiga prodigiosa, no se levantó al baño ni una sola vez de las 9 horas que duraba el vuelo!!
Cuando llegamos a Moscú, para colmo, nos tuvieron dentro de la aeronave de pie como 20 minutos!! El poquito tiempo que habíamos ganado volando, se fue literalmente a la mierda. Y salir del avión fue horroroso, al borde de la avalancha. Igual que nosotros, había muchos pasajeros que hacían conexión y todos íbamos a la carrera.
Llegamos al control de pasaportes y se volvió a hacer tapón. La señora del centro llamaba a los pasajeros de Ginebra, y Diego y yo nos colamos literalmente... y a correr. Yo estaba al borde del colapso, el aeropuerto de Moscú es gigante, y nuestro vuelo había aterrizado en la otra punta desde donde salía el de Madrid. Parecíamos los de Solo en Casa corriendo sin parar.... pero milagrosamente lo conseguimos!! Cuando llegamos a la zona de embarque, ya habían abierto la puerta y la gente estaba entrando en el bus que nos llevaría hasta el avión. Decir que la temperatura ese día era de -27ºC..... no os hacéis una idea del frío que es, encima vestidos con ropa deportiva, sin abrigo ni nada!! Y los señores de Aeroflot tuvieron los santos coj... de hacernos ir andando hasta el bus y luego hacernos esperar en la escalera para subir al avión... los cristales del bus, se congelaban por dentro!!! y los chinos que había escribiendo su nombre en la escarcha.... Nunca he pasado más frío en mi vida. Cuando me subí al avión para Madrid me envolví en la manta que había y tardé en entrar en calor.... Y bueno, bueno, el avión a Madrid parecía de lowcost, unos asientos incomodísimos para un viaje de algo más de 5 horas...
Ya en Madrid, como era de esperar, las maletas no llegaron. Tuvimos que reclamarlas y volvernos a casa con lo puesto, aunque dando gracias de que por lo menos dormiríamos en nuestra casa y no en una terminal.
Las maletas nos llegaron al día siguiente, con nuestros regalitos y compras para todos.
A pesar de las odiseas que vivimos en algunos momentos, este viaje entra en nuestro top ten.
Tailandia es un destino suuuuper recomendable, así que si lo tenéis en mente, animaos y hacedlo, volveréis encantados!!!
GRACIAS POR SEGUIR NUESTRAS AVENTURAS EN TAILANDIA!!!
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(C) 2018 Cristina Díaz del Campo
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